Si no contratas un servicio profesional para llevar tus impuestos en Bolivia, pueden surgir varios problemas y riesgos, entre ellos:

Errores en la declaración: El sistema fiscal boliviano puede ser complejo, y si no tienes experiencia en su manejo, es fácil cometer errores al llenar las declaraciones o calcular el monto que debes pagar. Estos errores pueden generar sanciones, recargos o múltas por parte del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN).

Multas y recargos: Si presentas tus impuestos de manera incorrecta o extemporánea, el SIN puede imponer sanciones económicas, que incluyen multas o recargos por los impuestos no pagados o mal declarados. En algunos casos, estas sanciones pueden ser elevadas y difíciles de manejar.

Falta de actualización con las normativas fiscales: Las leyes y normativas fiscales en Bolivia cambian con frecuencia, y un profesional puede estar al tanto de las últimas modificaciones. Si no tienes un seguimiento adecuado, podrías quedar desactualizado sobre los beneficios fiscales, deducciones o exenciones que podrías aprovechar.

Riesgo de auditorías: Si el SIN detecta irregularidades en tus declaraciones o no realizas tus pagos correctamente, es posible que seas auditado. Las auditorías fiscales pueden ser complicadas y costosas si no tienes la documentación adecuada o no entiendes cómo resolver los problemas fiscales.

Falta de asesoría en optimización fiscal: Un contador o asesor fiscal no solo te ayuda a cumplir con las normativas, sino que también puede ofrecerte consejos sobre cómo optimizar tus impuestos, es decir, cómo pagar lo justo y aprovechar deducciones o beneficios fiscales disponibles, lo que puede reducir tus cargas impositivas.